PUGNA DE MOSCÚ Y WASHINGTON POR ARMAS QUÍMICAS

Internacional

EL SINODAL DE TAMAULIPAS

Los diputados de la Duma (Cámara de Diputados rusa) aprobaron proponer al Consejo de la Federación (Senado) crear una comisión parlamentaria conjunta para investigar si los laboratorios que tenía Estados Unidos en Ucrania podrían servir para fabricar armas biológicas contra Rusia.

“Estamos convencidos de que todas las circunstancias que representan un peligro para la vida y la salud de los ciudadanos de Rusia, y para la humanidad toda, tienen que ser investigados, y sus resultados, hacerse del dominio público tanto en Rusia como en el resto del mundo”, afirman en su iniciativa 442 diputados de los 450 que tiene la Duma.

Por ley, la cámara alta dispone de 15 días para aceptar o no la propuesta y, como todo parece indicar, será la tercera comisión parlamentaria de ambas cámaras en los 20 años recientes, después de la que investigó, de 2004 a 2006, la tragedia de Beslán y, en 2009, el accidente en la hidroeléctrica Sayano-Sushenskaya.

En tanto, los 14 miembros designados por la Duma –encabezados por su vicepresidenta, Irina Yarovaya– se preparan para iniciar labores y la cancillería rusa mantiene encuentros con las distintas bancadas de diputados con el fin de aclarar las dudas de los legisladores.

El canciller Serguei Lavrov se reunió ayer con los integrantes de la fracción mayoritaria en la Duma, la del partido oficialista Rusia Unida, cuyo coordinador adjunto, Adalby Shjagoshev, calificó de “muy actual” la creación de esta comisión.

“Emergieron problemas que ya habíamos denunciado hace tiempo, pero la magnitud de éstos es tal que no podemos conformarnos. Los programas biológicos y militares que llevaba a cabo Estados Unidos en Ucrania son motivo de gran preocupación desde el punto de vista de la violación de la Convención sobre prohibición de armas biológicas y tóxicas”, explicó Riabkov a los diputados.

El ministerio ruso de Defensa, la víspera, hizo una presentación durante la reunión plenaria de la Duma, en la cual afirmó que Estados Unidos ha invertido más de 200 millones de dólares en los programas biológicos y militares que desarrollaba el Pentágono en los laboratorios de Ucrania. Sostienen que lo descubierto en Ucrania es una mínima parte de los cerca de 300 laboratorios biológicos que tiene Estados Unidos en el mundo.

Los militares rusos aseveran que el 24 de febrero, el día que comenzó la invasión, los empleados de estos laboratorios destruyeron los patógenos más peligrosos, los cuales, supuestamente, podrían provocar pandemias de peste, ántrax y cólera, entre otras.

La cancillería rusa, por boca de su titular, Serguei Lavrov, lanzó acusaciones aún más graves: las armas biológicas fabricadas por EU en Ucrania, en su opinión, tenían una “clara orientación étnica” y estaban destinadas a emplearse contra los habitantes de las regiones separatistas del este ucranio y la zona colindante en territorio ruso.

Washington y Kiev rechazan las acusaciones y señalan que todas las investigaciones tenían un carácter exclusivamente pacífico, aunque la subsecretaria para asuntos políticos del Departamento de Estado, Victoria Nuland, no disipó las dudas al reconocer –en reciente comparecencia ante el comité de Relaciones Exteriores del Senado estadunidense– que en Ucrania se llevaron a cabo “investigaciones biológicas” y “ahora estamos bastante preocupados de que los militares rusos puedan estar buscando hacerse con su control”.

Afectados por el cierre de empresas

Mientras según datos del alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, cerca de 300 empresas extranjeras suspendieron toda actividad en la capital rusa por las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, la vicepresidenta del Consejo de la Federación o Senado, Galina Karelova, reveló ayer que el número de personas que se quedaron sin ingresos por la misma razón se aproxima a 100 mil.

“En estado inactivo, al día de hoy, se encuentran 95 mil 865 personas y las ciudades donde se observa el mayor número de quienes se vieron obligados a dejar de trabajar, al menos de manera temporal, son Moscú, San Petersburgo, Kaluga y Samara”, dijo la senadora Karelova, citada por la agencia Interfax.

Asimismo, dio a conocer que cerca de 40 mil empresas, en las que trabajan 8 millones de rusos, tuvieron que modificar su régimen laboral. De acuerdo con Karelova, el gobierno ruso destinó ya, de su fondo de reservas, 39 mil millones de rublos (7 mil 500 millones de pesos) para apoyar el mercado laboral y la mayor parte de esa suma servirá para crear empleos temporales para personas en riesgo de despido.

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