EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- En México “las zonas de producción (de drogas con fentanilo) se focalizan en algunos municipios y comunidades de Sinaloa y Baja California”; también se han localizado “sitios de acondicionamiento (fabricación sin procedimientos químicos adecuados) en la Ciudad de México hace ya un par de años, y otros en Nuevo León”. Las organizaciones involucradas son los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), afirmó el titular del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), Óscar Santiago Quintos.
En entrevista, el funcionario dijo que la producción de metanfetaminas está más extendida y los narcolaboratorios para este tipo de sustancias se encuentran en distintas regiones del país.
Aseguró que el cambio en el mercado de consumo de enervantes ha provocado que las drogas que “más se comercializan y que han tenido un crecimiento sostenido son la metanfetamina y en fechas recientes la producción de fentanilo”.
Alertó que los “lugares de acondicionamiento no son verdaderos laboratorios, porque son sitios donde no se tienen las condiciones ni el instrumental para obtener la reacción química de la sustancia. Allí mezclan, calientan, compactan las sustancias y producen tabletas falsas. En esos sitios hemos encontrado entabletadoras falsas, cuñetes (tambos con precursores) ilegales, lo cual para nosotros es sumamente relevante porque es ahí donde está el verdadero peligro”, y los consumidores puedan tomar sustancias que les produzcan la muerte.
El encargado del órgano de inteligencia de la Fiscalía General de la República (FGR) resaltó que el número de organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas ha cambiado con respecto al reporte gubernamental elaborado en 2013, que identificaba a 89.
Sostuvo que en la actualidad los únicos cárteles que tienen carácter trasnacional son el de Sinaloa y CJNG, en tanto que organizaciones consideradas históricas, como el de Juárez, el de los Arellano Félix y el del Golfo, además de Los Zetas, se han atomizado y aprovechan “su situación geográfica para hacer pactos o negocios con otras bandas que necesitan transitar” por las zonas que controlan.
Explicó que desde la llegada de Alejandro Gertz Manero al frente de la FGR se ha establecido “una nueva metodología no sólo de investigación y de percepción de los delitos, sino de comprensión, para romper un mercado criminal mucho más amplio. La estrategia ataca a la estructura piramidal u horizontal de las organizaciones y todo el mercado desde la producción, procesamiento, tráfico hasta el consumo final.
“Hay dos organizaciones que tienen un alcance trasnacional y que va desde la introducción de insumos para la producción de drogas o armas para tener poder de fuego”. Sus centros de operación están “sobre todo en la parte del Bajío y el Pacífico mexicano”, y son el de Sinaloa y CJNG, “de ahí derivan otras organizaciones que tienen presencia y ciertos niveles de violencia de manera más subregional y regional. Muestra de ello es que encontramos enfrentamientos en algunas latitudes del país”.
En el caso de Quintana Roo, la violencia es generada “a partir del tráfico de cocaína proveniente de Sudamérica, y se suma una coyuntura que tiene que ver con la disputa que sostienen pequeñas bandas por los mercados locales de microtráfico (…) lo que ha derivado en homicidios en zonas hoteleras y demás.
“En Michoacán existe una disputa entre grupos locales y desde luego el CJNG, sobre todo porque el espacio geográfico que ocupa la cercanía a uno de los principales puertos (Lázaro Cárdenas) provoca esa confrontación. Sobre todo si se considera el incremento en la producción de drogas sintéticas y que sus insumos son importados o llegan a nuestro país a partir de estos puertos, por ello evidentemente es un lugar de enfrentamiento entre organizaciones criminales.”
En cuanto a la violencia en Chiapas, dijo que esto obedeció a la llegada de algunos grupos del CJNG a la región, lo que generó choques “con grupos locales dedicados más al tráfico en menor escala”.
Respecto de Zacatecas, su relevancia geográfica es lo que ha llevado “a la disputa que sostienen las organizaciones criminales, desde las que están asentadas en el Golfo de México y las que operan en entidades del occidente, hasta las que tienen presencia en el centro” del país.