EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- A los inicios de la década de los años noventas el mundo de la lucha libre mexicana se vio irrumpida por un personaje que llamó de inmediato la atención por su musculatura, su máscara y su colorida vestimenta, se trataba de Carlos Santiago Espada, mejor conocido como Konnan.
El gladiador de origen cubano hacía su presentación en la llamada Catedral de la lucha libre mexicana: La Arena México; situación que Konnan confiesa, en ese momento simplemente se trataba de una arena más, ya que era un ignorante del la lucha libre mexicana, pues no sabía ni quién era El Santo, ya que el venía de vivir en Miami y traía una ideología completamente distinta a la mexicana.
«Esto no lo sabe mucha gente, pero yo no era un ‘fan boy’, un güey que jugaba a las luchitas. Yo me críe en Miami, yo (cuando llegué a México) no sabía quién era El Santo, quién era Blue Demond, cuando la gente me hablaba de ellos yo ni en cuenta. La única persona que yo conocía en los Estados Unidos era a Mil Máscaras», comenzó a relatar Konnan en el canal de Youtube llamado El Blog de la Lucha.
Debutó contra grandes leyendas
Konnan explicó que cuando llegó a México le tocó enfrentar a grandes leyendas del pancracio, aunque él no estaba ni enterado de los rivales que tenía enfrente y lo mismo pasaba con la Arena México.
«Yo cuando llegué debuté con Fishman, Canek, Dos Caras, el Villano… yo ni sabía quiénes eran. Cuando yo llegué a la Arena México ‘equis’, porque yo no me crié viendo la Arena México. Obviamente cuando yo llegué y vi que se llenaba, pues sí…»
No obstante, Carlos Santiago Espada reconoció que cuando tuvo su rivalidad contra el Perro Aguayo, quien le quitó la máscara en un lleno en la Arena Mexico, comenzó a dimensionar de lo que se trataba la lucha libre mexicana.
«Yo recuerdo que tenía un recorte en mi casa que decía ‘Konan y Perro Aguayo llenaron la Arena México por cinco semanas consecutivas’. En ese tiempo era un récord. Esas cosas me impactaban porque aquí o en China meter 15 mil personas no es fácil. Yo aprendí lo que era mucho tiempo después, ya cuando me había salido», remató.
