¿Por qué vestir de negro?

Opinión

La muerte solo es un paso
Por: Jesús Elías.

Es cotidiano escuchar que, “La muerte solo es un paso” sin embargo hace quince años cuando aún no completaba los veinte, no logre entenderlo así. La muerte de mi padre marco en mi vida un antes y un después, con un vacío intermedio. Aunque mi madre hizo todo para rescatarme de la muerte, fueron tres años de sombras.

NO necesite vestir de negro, ni tomar alcohol, tampoco probar drogas o tabaco. Sin embargo, algo se rompió por dentro. NO SUPE QUE HACER, siempre había caminado con él y ahora tocaba caminar solo, forjar mi propio destino. Habría sido más fácil morir, pero la herencia (SU EJEMPLO) valió la pena quedarme y seguir.

Hable antes de mi madre en ¿Cómo ser feliz sin morir en el intento? Dije que, después de Dios, a ella le debo todo. Podría decir que a mi padre solo debo una semilla, pero faltaría a la verdad. Vaya este homenaje hasta el cielo, si me hice licenciado, aunque no he podido visitar su tumba para presentarle mi tarjeta verde.

Usted supo que me gusta y le entiendo a la oratoria y los discursos, pero no sé si se imaginó que me gustaba el periodismo. Gracias por esa semilla, por la cual estoy aquí. Gracias por haberse quedado conmigo, mientras Dios lo permitió. Gracias por cada palmada en mi espalda, por decirme “NO ENTIENDO LO QUE HACES, PERO ECHALE GANAS” gracias por dejarme la tarea de terminar mi carrera, aunque no alcanzo a decírmelo. Bien recuerdo un letrero que decía (FUTURO LIC)

Usted supo de mi inclinación hacia la vida religiosa, lo que si no imagino es que Dios me concedería ambas cosas. Soy Licenciado en Contaduría Pública y Finanzas y también pertenezco a una congregación Religiosa, los Misioneros Servidores de la Palabra. Ah, también soy Hombre de Negocios. La FIHNEC es hoy por hoy mi plataforma de expresión, ahí volví a encontrarme con JESUCRISTO, ahí terminé mi carrera, ahí me hice religioso. En la fraternidad, mi vida recobro su sentido.

Soy hijo de un carpintero y de una excelente afanadora. Conozco de sobra el ideal matrimonial y me habría gustado que mis padres pudieran recibir el sacramento, pero no se pudo. Sin embargo, hablando de la herencia de mi padre, ¿Cómo olvidar las Misas de cada Domingo? ¿Cómo olvidar lo que compartimos en la pastoral social? Si olvidara su ejemplo de servicio, NO ESTARIA CUMPLIENDO EL 4° MANDAMIENTO, “honraras a tu padre y a tu madre” así que, lo pongo en práctica cada vez que puedo. “La muerte solo es un paso” 15 años han pasado y sigo aquí.

Aquello que me destruyo en algún momento, hoy no es motivo de fiesta. Todavía salieron algunas lágrimas al escribir estas líneas, he llorado por la precaria salud de mi madre. La diferencia es que ahora NO ESTOY SOLO, mi pacto con Dios sigue vigente y aunque soy religioso, me gusta caminar paso a paso con mis amigos.

No visto de negro, porque no soy sacerdote. La muerte solo es un paso y sin embargo duele, aunque quedan los recuerdos que se vuelven enseñanzas. Poner en práctica la herencia de mi padre, me trajo felicidad. Camino paso a paso con mis amigos, alguno me ha heredado un par de guitarras, más que eso, sus palabras.

La muerte solo es un paso, pero si pienso en mi madre, pido que se le postergue. Su herencia sería el amor a mis hermanos y espero también ponerla en práctica, llegado el momento creo que preferiré llorar. ¿Tiempo de sombras? NO MAS.

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