Por Gil Vicente Galindo/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.-Al filo de las 14:00 horas, de este jueves 31 de marzo el alcalde de la ciudad, licenciado Carlos Peña Ortiz convocó a una rueda de prensa y recorrido del avance del refugio para migrantes instalados en la plaza “La República”.
“Estamos contentos con el avance y va la segunda llamada para el gobierno estatal para que apoye en el traslado de los más de tres mil migrantes o al menos que si no ayuda que no estorbe como en el pasado”, dijo muy claro el presidente municipal.
Acompañando al alcalde en las instalaciones del albergue estuvieron la directora del DIF, Avelina Escobar Isassi; Eliacib Leija Garza. Titular de servicios públicos primarios: El pastor Héctor Silva, de Senda de Vida, y el secretario del Ayuntamiento, abogado José Luis Márquez.
PROBLEMA DE MIGRACIÓN GRAVE
En Reynosa hay al menos 7,200 migrantes de distintas nacionalidades, incluso de Ucrania, Rusia y Bielorrusia y por supuesto la mayoría de centroamericanos y todos tienen los mismos derechos, sobre todo niños y niñas que viajan solos, y que están bajo el cuidado del DIF municipal.
Durante el recorrido por las instalaciones, el presidente municipal, Carlos Peña Ortiz constato el notable avance, sobre todo de los baños para hombres y para mujeres, además habrá cocina, más baños, energía eléctrica, más espacios y drenaje pluvial.
El sitio contara además con la vigilancia y patrullaje del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional.
PIDEN ACELERAR APERTURA
En el lugar se congregaron más de una treintena de migrantes extranjeros donde con mantas les dieron la bienvenida al lugar a las autoridades municipales y periodistas, expresando ya su deseo de que pronto se inaugure el albergue para irse a radicar en este, que será sin duda, un hogar más confortable, considerando que en breve se abrirán más garitas en el Puente Internacional Reynosa-Hidalgo y eso actualmente inhibe a las autoridades migratorias.
Los migrantes extranjeros que suman más de 3,200 en la plaza de La República, llevan ahí más de un año aposentados bajo inhumanas condiciones sanitarias, que ya no pueden ser mejoradas, en virtud de que están hacinados en el kiosco, plazoleta, banquetas y jardines, donde asemejan porquerizas y donde cada vez es más escasa la ayuda que les llevan los clubes sociales, ya que hay el riesgo de contagiarse de infinidad de infecciones de las que son portadores mujeres, hombres y niños.