Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- “Tras el apoteótico acto que el domingo anterior, puso en boga el sentir ciudadano de los reynosenses en cuanto a quién desean que sea su próximo gobernador del estado, orientando su incondicional apoyo en favor del ingeniero César Verástegui Ostos “El Truko”, todo está dicho y la elección del domingo 5 de junio será ganada por el abanderado de la coalición PAN-PRI-PRD…”
Lo anterior lo afirmó el destacado luchador social Silvestre Rodríguez Marín, quien acudió al evento dominical al frente de uno de las más sólidas barras de apoyo al popular candidato, afirmando que con “El Truko”, están ante un hombre de ley, un hombre de palabra, de pueblo, un líder auténtico y de sentimientos arraigados que no tiene competencia.
Afirmó además que, si bien uno de los principales cánceres del país es el narcotráfico, en Tamaulipas se han logrado magníficos resultados estando el ingeniero Verástegui Ostros al frente del Consejo de Seguridad Publica y de la Secretaría General de Gobierno, secundando las políticas como mano derecha del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, particularmente en esta materia.
“En Tamaulipas no queremos que pase lo que, en Zacatecas, Michoacán o Colima, y por lo tanto queremos un gobernador fuerte, que interprete el sentir de las mayorías, un empresario visionario, un ejemplar padre de familia y un hombre con altura de miras que sentencie a Tamaulipas al progreso y al desarrollo…”
LA REVOCACIÓN UNA “PAYASADA”
Al abordar otros temas, “Silver”, dijo que los mexicanos ya están cansados del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la imposición de una elección para la revocación del mando, es una locura, una inconstitucionalidad y un gasto superfluo que no está programado y sin embargo por su capricho significará un gran quebranto a la economía de las finanzas nacionales.
“Esta nueva imposición, desplante de poder y abusiva expresión de fuerza es una nueva violación constitucional pues los gobiernos de la federación están pactados a seis años y si el pueblo reprueba o no una administración, la historia es la que se encarga de juzgar a quienes hacen mal papel…”
La revocación de mandato es una retrogresión de cien años de lucha, que además ha costado mucha sangre, puntualizó Rodríguez Marín.