EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.– Las autoridades del gobierno de Estados Unidos saben que las decisiones de México, en materia eléctrica, «son nuestras y no deben intervenir», advirtió hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador. En Palacio Nacional también conminó a los diputados del PRI a definirse sí apoyan o no su reforma constitucional en la materia, porque «del PAN no se puede esperar mucho, porque surgió para defender los intereses particulares».
Así dio lectura a la carta que el presidente Adolfo López Mateos dirigió al pueblo de México el 27 de septiembre de 1960, recomendando se vigilará la voracidad del sector privado, y así abordó la exigencia al priísmo en el congreso federal:
«¿Que tiene que ver Alejandro Moreno con este pensamiento si votan a favor de estas empresas? ¿O el jefe político del PRI , Rubén Moreira? Moreira propone buscar coincidencias y de 12 aspectos de la reforma dice que está de acuerdo con seis, desde luego es un avance, y no había pasado ni una hora y ya estaba declarando que no así.
«Ya están pensando en definirse a favor de las empresas extranjeras y ojalá y cambien de parecer, pero sobre todo que los legisladores actúen con independencia».
Y en torno a la reacción del gobierno de Estados Unidos, por el proceso aprobatorio o no, de la reforma eléctrica se le inquirió:
–¿Ayer trató el tema con el embajador Ken Salazar?
–Ellos saben que esas son decisiones nuestras y de que no deben intervenir.
–¿Hubo reclamación porque usted señaló que el gobierno de Estados Unidos viene haciendo lobby? -se le cuestionó.
–No. Una funcionaria de Estados Unidos (Katherine Lai) envió una carta amenazando de que estábamos violando el T-Mec. Se lo dije al señor (John) Kerry de manera respetuosa, de que en el tratado hay un capítulo que no permite la corrupción, y si nos vamos a tribunales internacionales vamos a tratar el tema de los que incurren en corrupción.
«Afortunadamente Ken Salazar es respetuoso, es buena la relación con el gobierno de Estados Unidos. Pero los que están acostumbrados a robar, a saquear no quieren dejar de hacerlo. Los domina la ambición, no tienen llenadera.
«Pero pónganse ustedes en mis zapatos ¿que tenemos que hacer? ¿para qué estamos aquí?»