Washington.– En una escalada de sus ataques contra las ciudades santuario, el presidente Donald Trump ha ordenado desplegar unidades tácticas de élite que tendrán como misión doblegar las resistencias en aquellas ciudades que se han negado a sumarse a su política de tolerancia cero contra la migración indocumentada.
Según informa el diario The New York Times, estas unidades tácticas serán enviadas a ciudades como Nueva York y Chicago para reforzar a los agentes de la oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) que operan ahí. Se espera que otros comandos de élite sean enviados a Los Ángeles, Houston, San Francisco, Boston, Nueva Orleans, Detroit y Newark.
“Entre los agentes desplegados en las ciudades santuario se encuentran miembros de la unidad táctica de élite conocida como BORTAC, que actúa esencialmente como el equipo SWAT de la Patrulla Fronteriza.
Con equipo adicional, como granadas de aturdimiento y entrenamiento mejorado del tipo de las fuerzas especiales, incluida la certificación de francotiradores, los oficiales suelen realizar operaciones de alto riesgo dirigidas a personas que se sabe que son violentas, muchas de ellas con amplios antecedentes penales, informó el diario neoyorquino.
Se espera que el despliegue de estas unidades se llevará a cabo de febrero a mayo.
“La medida –según señala el NYT– refleja la persistencia del presidente Trump en tomar medidas enérgicas contra las ciudades santuario, localidades que se han negado a cooperar en la entrega de inmigrantes a las autoridades federales para ser deportados.
En un comunicado, el director interino de ICE, Matthew T. Albence, dijo que el despliegue se produce en respuesta a las políticas adoptadas por las ciudades santuario, lo que ha dificultado que los agentes de inmigración hagan su trabajo:
Como hemos observado durante años, en las jurisdicciones donde no se nos permite asumir la custodia de extranjeros de las cárceles, nuestros oficiales se ven obligados a realizar arrestos en general de extranjeros criminales que han sido liberados en las comunidades, dijo Albence.
Cuando las ciudades santuario liberan a estos delincuentes de vuelta a la calle, aumenta la ocurrencia de delitos prevenibles y, lo que es más importante, de víctimas prevenibles, añadió.
Apenas la semana pasada, el Departamento de Justicia amenazó con demandar al estado de Nueva Jersey y al condado de King, Washington –donde se ubica la ciudad de Seattle–, por las llamadas políticas santuario que obstaculizan la labor de las autoridades federales de inmigración.
Las demandas son el intento más reciente del gobierno del presidente Donald Trump por sancionar a las localidades con políticas santuario –municipalidades que ofrecen protecciones a los migrantes que no cuentan con permiso para vivir en Estados Unidos– en momentos en que el mandatario se dirige a su campaña de reelección.
Hoy representa una importante escalada en las gestiones del gobierno federal para confrontar la resistencia de las ciudades santuario, dijo el Procurador de Justicia de Donald Trump, William Barr.
Algunas ciudades, como Nueva York, han promulgado leyes que prohíben compartir información con las autoridades migratorias. Funcionarios de inmigración han enviado citaciones a Denver y la ciudad de Nueva York para solicitar información de inmigrantes que están por salir de prisión, o han pedido a cortes federales que emitan citaciones, una medida sumamente inusual que puede provocar que se sancione por desacato a las autoridades locales que no cumplan con la orden.